sábado, 1 de septiembre de 2012

Dizzy Gillespie en la Riviera Francesa (o el verano más largo)


El verano más largo...



Hay discos que son buenos, hay discos que son maravillosos, obras inclasificables, pero existen, aunque pocos, entre todos, como pequeñas cerezas, las mejores de la cesta, discos enormes!

Este que os traigo hoy, es uno de ellos. Se trata de Dizzy Gillespie on the Frech Riviera. (1962, Phillips records) del gran Dizzy Gillespie. 

El de Carolina del Sur, maestro entre maestros, nos brinda con un hermoso coctel, quizás desde St. Tropez, o quizás desde Mónaco, salido de las entrañas del Bebop y de la magia tropical de la bossa.

Ya tenía hecho trabajos con Stan Getz y sin duda, esa corriente que vino un día, desde las mismas playas de Río, y que inundó toda la escena jazzistica de los 60 y 70, le viene al pelo en esta embelasadora sucesión de piezas, azules, azules, como el mar de la Riviera.

La apertura la hace desde una marina deportiva (sueño yo), quizás desde una playa de fina arena, o en una terraza, con mantel blanco y un campari servido de unas aceitunas en St. Tropez.  




1. No more blues, se escuchan niños, pájaros, y comienza el arrollador monólogo de trompeta, genialidad en estado puro, ritmo, samba, y ese fino toque de Nueva Orleans. No más blues, eu quero sambar!!!

2. Desafinando. Continua el disco, la segunda pieza nos tralada ya directamente, y sin rodeos, a las largas playas de Bahía. Se trata de un impás, de un sueño de verano, de una evasión en medio del tumulto de la Riviera sobre las desérticas playas de Natal.

3. Long long summer. El verano más largo. Aunque no se traduzca así, a mi me gusta darle este tono, porque sin duda, Dizzy consigue hacerlo. Puedes estar escuchando este disco todo el año y darte cuenta de que siempre es verano (si sabes ver el sol). Magnífico sólo de Dizzy, regalo de notas doradas, y bongos, timbales y berimbauuuuu!

4. I waited for you. Te esperé. Eso es lo que pretende decir esa trompeta, rota, melancólica, alejada ya de la samba. Te esperé y no apareciste. Te esperé y me quedé sólo, vagando, por las calles de Nueva York...

5. Mount Olive. El tema más ecléctico de todos. Y sin embargo funciona bien en el medio disco, la transición y la alegría que subyace detrás de cada nota, el pulso retomado después de la melancolía vivida en las calles de Nueva York. Sí, estoy contento y voy a por todas, chaval!. 
Equivalente al mi gran noche de Raphael. Sin duda dos genios.

6. Here it is. HEY BABY,aquí está! Y sí, aquí está el toque, lo encontró nuevamente, tras la transición del tiempo medio. Su fiel compañera, reluce de nuevo, notas de oro, potentes y con cuerpo. Dizzy se prepará para la apoteosis final.

7. Pau de Arara. Mi tema favorito de este disco. Brasil, siempre brasil, desde la Riviera Francesa, o desde la Conchinchina Francesa, brasil se le escapa a Dizzy, a cada soplo, por la boca de esa trompeta maravillosa. Como si Xan da Coba fuese, queriendo componer finas y acompasadas notas de jazz refinado, le sale, a su paso por tan metálico instrumento, sambas, no digo ya, de uma nota só!

8. For the Gypsies. Esto se termina, pero oye tú, lo hace con toda la fuerza que se puede coger al pasar por O Río Grande do Sul, por la playa de Santos, por la Roma Negra, o por la costa de Pernambuco. Si casi me alcaza a mirar los asientos de la ópera de Manaos aplaudiendo a rabiar tal maravilla compuesta alguna vez.

Dizzy Gillespie en la Riviera Francesa, o como yo lo llamo, el verano más largo, se acerca a ese umbral de perfección donde se encuentran las grandes obras. Quizás sea mucho decir, pero de ponerle música al sol de Septiembre, al viento de los últimos días de Septiembre o principios de Octubre, ese viento cargado con las primeras hojas secas, que anuncian la llegada del Otoño, quizás aunque sea mucho decir, se trata, sin embargo, de redescubrir el Verano Indio, de Pratt y Manara, esta vez en Europa, esta vez en los 60s, esta vez en la glamurosa Riviera Francesa, pero sentado tranquilo tomando una caipirinha y viendo las garotas pasar, sólo eso.









1 comentario:

  1. Sin duda, no me canso de leerla, para mí, una de mis mejores entradas.

    ResponderEliminar