domingo, 15 de diciembre de 2013

Un imperio de golosinas (el juego del chochy-puss)

Candy Crush, el fenómeno app que ha batido todos los records. Lo escuchaba hace unos días en Fallo de Sistema de Radio3. Y bueno no me he resistido a probarlo.


Sí, vale, que pensaba que era un juego para mentes débiles de cuerpos de piscina ultramusculados, para nabos y verzas, tetas operadas y tatuaje de puta en el coño. Sí, pues todo eso pensaba y aún más se acentuó mi reflexión sobre este juego cuando este verano vi a unos jodechinchos abducidos totalmente por el susodicho Candy Crush, las dos parejas, dos nabos y dos verzas, que jugaban como posesos endemoniados a la maquinita de su chorrimovil ultra generation mix, sin dedicarse un minuto de su tiempo, sin decirse más palabras que las típicas: Puta frutilla!, es jodido el Candy... y otras lindezas típicas de tan los antipódicas vargallosianas masas grises.

Escenas típicas de los mayores recordmans de Candy Crush

Y más record-mans del Candy-Crush en escena. Que salaos los monos (literal)

Pero oye, fue oír que mi presentador de radio favorito: Santiago Bustamante, el comandante de la Nabucodonosor, el estilete de Radio 3, fue oírle que este rollito chungo merecía la pena. Y después de darle vueltas toda la semana, pues mira oye, si no puedes con ellos, únete, chacho! (eso dicen)

Y eso fue lo que hice. Me fui a mi app store más cercana y adquirí por el módico precio de cero euros (la cosa empezaba bien) el susodicho chupa cerebros.

Hay que decir que el CandyCrushSaga está muy muy bien realizado. Buena música de fondo, aspecto visual molón, entre pantallas divertido y funcional, tiempos de carga nulos, facil sistema de aprendizaje, tutorial inicial, chorriefectos varios y molones. Un vicio vamos!

Además está pensado como un free to play, de forma que sólo tienes unas vidas cada x tiempo, y si se te acaban o pasas por caja o esperas, además de otros ventajas que puedes comprar para poder pasar de fase. Un modo chupacuartos que no he probado y que no creo que tenga mucho éxito aquí en este país de cutrerío y olor a ajo, como decía Victoria, que fisna ella lo era.

Chica picante, a wanawana lof, wana si mi loba!!! Estas golosinas, o candys, la verdad es que son muy dulces, y aunque sean un poco de nabos y verzas, oye, que un gustico se merece uno pegar de vez en cuando, que el Ulises de Joyce ya lo tengo muy repasao, tú!

Mira, una frutilla del Candy-Crush. Que será una paraguaya?

No hay comentarios:

Publicar un comentario